Santuario di san Pantaleone

La construcción de la iglesia de San Pantaleone, cerca del castillo de origen lombardo, se remonta a 1293, en relación con la ampliación del edificio por parte de Riccardo di San Severino, conde de Caserta y señor de Montoro, que se había casado en segundas nupcias con Berardessa del Duca, a la que dio como regalo de bodas el feudo de Montoro.  
Con toda probabilidad, la erección de la iglesia se debe a esta última, que desde el principio tuvo funciones parroquiales, hasta el punto de que durante siglos fue considerada la iglesia más importante de Borgo, una de las quince aldeas de Montoro. 

Sin embargo, ya en la antigüedad, entre las viviendas de la aldea del castillo longobardo donde se encontraba la iglesia parroquial de San Nicolò fuera de los muros del obispado de Montoro, había una pequeña capilla dedicada a San Pantaleone, médico y mártir, cuya existencia consta en los pergaminos del archivo de Montevergine (vol. 87 n.º 26), que revelan su existencia ya en 1283 y 1293. 
Más tarde, la parroquia de San Pantaleone fue agregada a la de San Leucio di Borgo Montoro por decreto del arzobispo de Salerno, el mons. Paglia del 23 de mayo de 1838.

A principios del siglo XX, sobre todo entre las dos guerras mundiales, se sintió la necesidad de erigir un gran templo en el recinto parroquial como testimonio de la protección secular del Santo a su pueblo y a todo Montoro.  
En 1950, se emprendieron nuevas obras para acabar y embellecer el interior de la iglesia con frescos de la vida y el martirio del Santo, así como las salas anexas, a las que se añadieron obras de acondicionamiento del suelo del presbiterio y del sistema de iluminación y sonido, con nuevos acabados exteriores.

Desde 1986, las reliquias del santo se encuentran en el santuario, donadas por el Arzobispo Metropolitano de Benevento, de la Sede Apostólica.

En la comunidad de Montoro, el culto a San Pantaleón, copatrón de la ciudad junto con San Francisco, sigue siendo muy fuerte hoy en día.