Santuario S. Maria di Carpignano

El santuario de Santa María de Carpignano se encuentra a las afueras de la localidad de Grottaminarda, en la aldea de Carpignano del mismo nombre.

Inaugurado en 1861, perteneció a la Orden Teutónica y en 1901 llegaron aquí los Padres Mercedarios, a quienes fue confiado. La parroquia de Santa María de Carmignano fue erigida por bula episcopal en 1910.

Los acontecimientos bélicos y los terremotos, incluido el último en noviembre de 1980 que dañó la cúpula y la bóveda, destruyeron varias veces el edificio religioso, que fue rápidamente reconstruido, modificado y ampliado. En la actualidad, la sencilla fachada a dos aguas presenta un portal de entrada de piedra coronado por un nicho que contiene la imagen de la Virgen, flanqueado por un campanario de cinco pisos con óculos, ventanas abovedadas a nivel de las celdas y un reloj. 

El interior de una sola nave del santuario de Santa María de Carpignano presenta un altar mayor tras el cual se ha conservado durante siglos una pintura sobre madera que representa a la Virgen María con el Niño en brazos, que data de mediados del siglo XII. El antiguo icono mariano, al que toda la comunidad profesa una gran devoción, es una de las pocas representaciones de «Vírgenes negras» que se conservan en los lugares de culto de la provincia. 

El fuerte vínculo con el espíritu de caridad y devoción, que los Padres Mercedarios transmitieron con su presencia, y la profunda devoción a la Virgen constituyen el patrimonio espiritual y religioso de la comunidad de creyentes de Grottaminarda, vinculada al pequeño santuario, al que acuden peregrinos de todo el Valle de Ufita.