Castello Caracciolo

El Castillo de Caracciolo es un lugar de interés histórico situado en Montefredane, en la Piazza Municipio, cerca de la Iglesia de Santa Maria del Carmine.

Majestuoso edificio de origen longobardo, fue mencionado por primera vez en 1152 en el importante Catalogus Baronum; de este documento histórico se desprende que la propiedad fue atribuida a un tal Roberto De Tufo. La fortaleza tuvo una importancia considerable en la época medieval como parte de un sistema defensivo que incluía los castillos de Capriglia Irpina, Grottolella, Manocalzati, Montefusco, Montemiletto y Summonte. Sin embargo, en la época del Renacimiento, la estructura original se convirtió en una residencia noble. A lo largo de los siglos, el castillo fue propiedad de las distintas familias que se sucedieron en el pueblo, como los Capece, Baldini, Orsini, Gesualdo y los Ludovisi, hasta llegar a la familia Caracciolo, de la que toma su nombre el lugar de interés y que lo administró durante casi dos siglos, de 1650 a 1806, año que marcó la abolición de los derechos feudales.

Recientes e intensas obras de restauración han puesto de relieve la grandeza de la fortaleza, que domina parcialmente la plaza central de la localidad; se accede a ella atravesando el arco del campanario adosado a la Iglesia Matriz, construida sobre la base de una de las macizas torres situadas en la parte superior de la planta trapezoidal original del castillo. Los trabajos de restauración permitieron recuperar las dos torres restantes, una circular, más externa, y otra cuadrada, en el interior de la estructura. Esta residencia también poseía aljibes, que aún son visibles, y un lugar donde se guardaba nieve para conservar los alimentos. También se pueden admirar la mayoría de las hermosas cortinas perimetrales y una majestuosa torre cilíndrica. En una hondonada natural se ha creado un anfiteatro con fines culturales y recreativos para acoger a la comunidad y continuar su relato histórico y cultural, en pleno centro del pueblo.

Símbolo histórico de la comunidad local, el Castillo Caracciolo sigue dominando los alrededores del valle del Sabato, conservando un excelente estado.