Chiesa dell'Immacolata Concezione

Construida sobre la colina de S. Biagio, la iglesia de la Inmaculada Concepción se encuentra en el pueblo de Calitri.

La primera misa en esta iglesia fue celebrada el 9 de abril de 1714 por el padre D. Giovanni Barrata, cuatro años después de la fundación de la Cofradía de los Jesuitas.

Tras el terremoto de 1733, la planta original se amplió con reformas y el interior se dividió en tres naves. El terremoto de 1980 también causó grandes daños al edificio religioso y hubo que reconstruirlo; solo quedaron en pie y se conservaron algunos elementos, como la antigua fachada, el portal de entrada de piedra del siglo XVIII y las puertas laterales. El aspecto que tenía la iglesia antes del terremoto de 1980 se evoca en algunas de las pinturas del interior.

En el interior de la iglesia de la Inmaculada Concepción se encuentra un espléndido altar de madera de tilo de estilo barroco, obra de Mastro Baldassare Abbate, originario de Calitri. El retablo consta aquí de tres hornacinas: en la central hay una estatua de la Inmaculada Concepción de 1734, realizada por un artista napolitano, y en las laterales hay estatuas de San Felipe Neri y San José. El dorado del edículo y la estatua de San Vito se atribuyen a otros artistas napolitanos.

El banco de nogal, del siglo XVIII, en el que se sientan el oficiante y sus ayudantes durante las celebraciones, junto con valiosas pinturas de artistas locales y foráneos, embellecen el equipamiento ornamental de la iglesia. Entre ellas figuran:  «La Inmaculada Concepción», «Jesús en oración» y «Nuestra Señora del Rosario», del pintor Giuseppe Cerreta de Calitri, y los cuadros más recientes de otro artista local, Luigi Rainone, que representan una «Piedad» y la Virgen deambulando entre las ruinas del terremoto de 1980. 

Además, en la actualidad, la Cripta alberga la Exposición permanente de Objetos Sagrados, una valiosa colección vinculada al arte sacro de la antigua comunidad de Calitri, que contribuye a hacer de la Iglesia de la Inmaculada Concepción uno de los lugares de culto que sigue fascinando, después de tres siglos, a los fieles de la villa de Calitri y a todos los que la visitan.