Chiesa di San Canio

La iglesia de San Canio se encuentra en la plaza Salvatore Scoca y está dedicada al patrón de Calitri, que se convirtió en tal, según la tradición, en el año 799, cuando las campanas de la ciudad comenzaron a repicar milagrosamente al paso del cadáver del santo durante su traslado de Atella a Acerenza. La iglesia, construida en su honor, guarda sus preciosas reliquias dentro de un medallón.

Los acontecimientos sísmicos y naturales que han afectado al territorio de la Irpinia han marcado significativamente la historia de la Iglesia de San Canio. Originalmente se construyó junto al Monasterio de las Hermanas Benedictinas, pero el desastroso terremoto de 1694 causó graves daños a la estructura, que fue reconstruida en el mismo lugar y terminada en 1747; posteriormente, varios corrimientos de tierra la hicieron insegura, y en 1883 tuvo que ser derribada y luego reconstruida en su emplazamiento actual. Sin embargo, no se libró del terremoto de 1980, que asoló de nuevo el edificio religioso, que fue reconstruido y dotado de un notable campanario, cuyas obras finalizaron en 1993.

En el interior, de tres naves, a ambos lados de la entrada hay dos antiguas pilas de agua bendita de piedra de fina factura; al final de la nave se encuentra el altar mayor de mármol con incrustaciones del siglo XVIII, detrás del cual está el gran lienzo que representa «La Apoteosis de San Canio». Otros dos altares de la iglesia demolida en 1883 se encuentran en las naves laterales y albergan, respectivamente, la estatua del Sagrado Corazón a la derecha y el medio busto de madera de San Canio a la izquierda. 
Además, varios cuadros decoran la sala sagrada, entre ellos:  «La adoración del S.S. Sacramento»del siglo XVIII; una «Virgen con el Niño» en la nave izquierda; la «Presentación en el Templo» y una «Asunción» en la nave derecha.

La Iglesia Matriz de Calitri, que ha sido destruida y reconstruida en numerosas ocasiones, es muy querida por los fieles de Calitri y por los devotos del Santo.