Santuario del Santissimo Salvatore

El Santuario del Santísimo Salvador es un lugar de culto situado en Montella, en el Monte Sovero.

No hay datos seguros sobre la construcción de la primera planta, pero parece ser muy anterior a 1779, año en que se produjo el milagroso acontecimiento de las copiosas lluvias durante un período de grave sequía. El prodigio aumentó el número de creyentes que acudían al monte a dar gracias por la ausencia de hambruna, lo que propició la consiguiente ampliación del recinto religioso por concesión del rey Fernando IV de Borbón. Una antigua costumbre se une también a la profunda devoción por este lugar de culto: la tradición de hacer sonar libremente las campanas de la torre que flanquea el edificio religioso. De generación en generación, los fieles locales, pero también los turistas, renuevan este ritual llegando a lo alto del campanario para el clásico «tirón» de la legendaria campana, cuyo tañido para los habitantes de Montella no es solo un sonido, sino la voz de una comunidad muy devota.

Situado a unos 954 metros sobre el nivel del mar y visible desde largas distancias, el Santuario del Santísimo Salvador domina la localidad en toda su majestuosidad. En 1979 se llevaron a cabo obras de restauración en la fachada, que es sencilla y está caracterizada por arcos con columnas que dan acceso a un pequeño vestíbulo. Al cruzar el umbral, se pasa de la esencialidad exterior a la sacralidad interior a través de una fina puerta, fundida en bronce, al igual que las otras dos puertas laterales: modeladas y realizadas con elegancia por el escultor Antonio Manzi, representan los momentos más importantes de la obra de la Redención. Los interiores están adornados con majestuosos estucos y valiosos elementos, como el altar mayor de la escuela napolitana, de 1789, trabajado en mármol policromado, de cuyo centro se eleva la imagen esculpida del Salvador. Enriquecen el mobiliario sagrado el «Jesús resucitado», estatua del escultor Tarcisio Musto, el mosaico del lado izquierdo de la entrada, que representa la «Transfiguración», y las cinco vidrieras, que representan escenas del Evangelio y a Nuestra Señora de las Nieves.

Destino de turistas y peregrinos durante todo el año, el Santuario del Santissimo Salvatore es un punto de referencia por su importancia tanto arquitectónica como espiritual.