Museo Etnografico "Beniamino Tartaglia"

El Museo Etnográfico «Beniamino Tartaglia» de Aquilonia se encuentra en Via Carbonara y es uno de los más articulados, orgánicos y completos de Italia, con itinerarios expositivos distribuidos en unos 1500 metros cuadrados, con cerca de 15 000 objetos expuestos y una zona exterior de 500 metros cuadrados equipada con maquinaria agrícola de época. 

Visitarlo es dar un evocador paseo por el pasado en un itinerario expositivo que recorre los ambientes domésticos y laborales, los talleres y las actividades artesanales que embellecieron la antigua villa con objetos, pero sobre todo con arte y cultura. Las herramientas y utensilios del barbero, el herrero, el zapatero, el serrador y el cestero, junto con muebles, enseres y documentos de todo tipo, dan testimonio de la artesanía de las figuras típicas de la cultura popular.

Evoca la fascinación de los viejos oficios, y no solo eso, un precioso patrimonio de costumbres centenarias y cultura tradicional, rico en valores y virtudes: una realidad, aunque muy cambiada, de la que cada habitante de Aquilonia lleva una huella.

En el Museo Etnográfico «Beniamino Tartaglia», que ostenta el estatus de interés regional, cada aspecto, incluso el más pequeño, de la existencia de la comunidad de antaño está representado y rigurosamente documentado e incluso inscrito en el registro regional de Granjas Educativas. Además, el Museo ha firmado un acuerdo con «L'Alma Mater Studiorum - Universidad de Bolonia» para acoger a candidatos en prácticas curriculares para tesis en el Área de Humanidades, y se están definiendo otros acuerdos con otras universidades italianas.

Repitiendo las palabras del fundador, el profesor Beniamino Tartaglia: 
 «El nacimiento de los Museos Etnográficos es un acto valiente de dignidad cívica, un gesto de cuidado afectuoso hacia sí misma y hacia el pasado de una comunidad que se inclina para recoger los fragmentos de su larga vida y los dona para constituir un bien público para que las nuevas generaciones puedan proyectarse más conscientemente hacia su futuro, establecer nuevas relaciones y fundar una nueva ética social, indispensable para ampliar las fronteras de nuestros universos individuales y colectivos».