Montefusco

El municipio de Montefusco se encuentra en la zona del Valle del Calore. Es una localidad de 1263 habitantes situada a 705 metros sobre el nivel del mar y a 21 km de Avellino. El territorio abarca 8,24 km² y los municipios vecinos son: Montemiletto, Pietradefusi, San Martino Sannita, San Nazzaro, San Nicola Manfredi, Santa Paolina y Torrioni. 
La etimología del nombre procede de la unión de Mons y Fusculi, es decir, «Monte di Foscolo», personaje romano o longobardo que, según se dice, fue el primer propietario del monte o fundador del castillo. Los habitantes se llaman montefuscani o fuscolomontani y la Ss. Sacra Spina es su aniversario religioso. 
 

LUGARES DE INTERÉS

    Prisión del Castillo de borbónico: construida en la época normanda, fue adaptada posteriormente para funciones carcelarias durante la dominación aragonesa.
    Oratorio de Santiago: antigua cripta de la iglesia abacial de Santa Maria della Piazza.
    Palazzo Giordano: ejemplo de arquitectura del siglo XVII, aún conservado en su originalidad.
    Torre Cívica: se alza en Largo Castello y es una de las principales atracciones de la localidad.
    Iglesia de San Francisco de Asís: data del siglo XIII y se distingue por la riqueza y el valor de sus mármoles, pinturas y estatuas.
    Iglesia de San Giovanni del Vaglio: amplia y armoniosa iglesia de tres naves, ofrece acceso subterráneo a una capilla decorada con estucos y frescos del siglo XVIII.
    Iglesia de San Bartolomé: situada en la localidad de Ponente, data de 1221 y es uno de los edificios religiosos más antiguos dedicados a San Bartolomé.
    Santuario de Nuestra Señora del Carmine: destino de peregrinos de todos los países vecinos.
    Iglesia y Monasterio de Santa Catalina de Siena: el complejo data del siglo XVII y actualmente funciona como convento.
    Convento de los Frailes Capuchinos con la celda de San Pío: se encuentra en la localidad de Sant'Egidio y, junto con la iglesia, forma un único complejo.
    Palazzo Ruggiero-De Antonellis: el palacio conserva un pozo en buen estado.
    Bosco di Montefusco: lugar de interés comunitario, caracterizado por la presencia de colinas de los Apeninos intercaladas con pequeños cursos de agua. 
     

EVENTOS

    Fiesta de la Sacra Spina: celebraciones y momentos de oración con motivo del aniversario (3 de mayo) y la tercera semana del mes.
    Feria de Sant'Egidio: manifestación folclórica y enogastronómica que revive la «scesa della bannera», celebrada en agosto.
    Belén viviente: recreación realista del belén navideño y sus personajes, previsto para diciembre.
    Fiesta de Nuestra Señora del Carmine: celebraciones religiosas en agosto. 
     

PLATOS Y PRODUCTOS TÍPICOS

     Fusilli alla francescana: antigua receta de los Padres Capuchinos del Convento de Sant'Egidio.
     Greco di Tufo DOCG: un vino noble derivado de una antigua variedad de vid, de origen griego, con una tipicidad sin igual, reconocido en todo el mundo por su fragancia y sabor.
     Irpinia Colline dell'Ufita DOP: aceite de oliva virgen extra procedente en gran parte de la variedad Ravece, caracterizado por un agradable sabor amargo y picante.
     Carne de cerdo: segundo plato tradicional, normalmente acompañado de pimientos.
     Caciocavallo Silano DOP: queso semiduro, de pasta hilada, elaborado con leche de varias vacas, entre ellas podólica. 
     

DATOS CURIOSOS

El castillo y la antigua prisión borbónica es también la actual sede municipal de Montefusco. 
La antigua cárcel borbónica de Montefusco es conocida como el «Spielberg de Irpinia» por la crueldad de los castigos infligidos a los presos. 
 

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Trazar la historia de Montefusco hasta la época longobarda, período en el que se inició su ascensión, está plagado de dificultades a falta de fuentes escritas, puesto que ya existían asentamientos en la cima del monte antes de la llegada de los longobardos. De hecho, según la tradición histórica, en el siglo IX los lombardos fortificaron las murallas de un Castrum ya presente en la zona, transformándolo así en un verdadero castillo. 
En 1130, con Roger II, Montefusco se convirtió en «castillo real», función reservada a las fortalezas de importancia estratégico-militar: durante este período, pudo servir de residencia temporal a papas y reyes. Con la llegada de los angevinos, se convirtió en territorio real y estatal «a perpetuidad» y fue nombrada capital del Principato Ultra. Bajo el reinado de Aragón, se fundó la Real Audiencia Provincial para causas civiles, criminales y militares, y el castillo se convirtió en prisión. Los primeros problemas comenzaron a engrosar el horizonte de la capital del Principado cuando se vio envuelta en la revuelta de Masaniello, a lo que se sumaron la peste de 1656 y el terremoto de 1688. 
Estos acontecimientos marcaron un período de decadencia que se prolongaría durante todo el siglo XVIII hasta llegar a su fin a principios del siglo XIX, cuando los franceses, en 1806, transfirieron el Principado a Avellino, lo que, de hecho, ocurrió en 1816.

 «Chi trase a Montefusco e po' se ne esce, pò dì che nata vota nterra nasce», un lema cargado de historias por desvelar.