Torre Medievale di Roccabascerana

La Torre Medieval de Roccabascerana se encuentra en el centro histórico de esta localidad de la Irpinia.

De origen normando, también era conocida como «Rocca Guascirana», tal y como se menciona en algunos documentos de 1159 y 1183, término que más tarde influiría notablemente en la etimología del nombre de la ciudad. Se construyó en la primera mitad del siglo XII, muy probablemente injertándose en una estructura defensiva longobarda preexistente que, como era práctica militar de la época, aprovechaba las alturas naturales para vigilar el territorio. Durante la Edad Media, la torre de Roccabascerana gozó de considerable importancia militar: junto con las guarniciones de San Martino Valle Caudina, Pannarano y Pietrastornina, formaba parte integrante del conjunto de fortificaciones situadas en control directo del Valle Caudina y del eje viario que, bordeando las laderas del Partenio, unía Irpinia con Sannio.

Hoy en día, la Torre Medieval se erige como una ruina hecha de toba y bloques de piedra caliza, rematada por una aguja rocosa cuadrangular, sobre la que hay una terraza panorámica. El mirador sustituyó a la estructura original de la Iglesia de los Santos Jorge y Leonardo, que originalmente estaba situada en la misma aguja rocosa, cerca del Palazzo Baronalel, y de la que hoy solo queda el campanario, con un reloj adosado.

La Torre Medieval de Roccabascerana aún conserva su papel de fuerte y pregnante testimonio de la época medieval en la antigua villa.