Chiesa di San Francesco di Paternopoli

La iglesia de San Francesco de Paternopoli se encuentra en la calle del mismo nombre, en el centro histórico de esta localidad de la Irpinia.

Se construyó en el siglo XVI dentro de las murallas del pueblo por iniciativa de la orden franciscana, que estableció allí la Congregación de los Difuntos, y se restauró en el siglo XVIII. La iglesia está construida con una estructura portante de mampostería de piedra, según una planta rectangular con una sola nave y sin ábside. El tejado tiene dos vertientes, cubiertas de ladrillo y una estructura de cerchas de madera. El suelo, al igual que el de la sacristía, es de terracota.

El edificio está en un bloque compacto y concentrado de planta cuadrada entre otros edificios, parte de los cuales contienen las dependencias de la sacristía. Debido a su posición especial, la iglesia carece de fachada real y tiene su desarrollo lateral como elevación principal. La conformación estructural es extremadamente sencilla, con su superficie enlucida y pintada de color crema. La uniformidad visual se ve interrumpida por la presencia, en una posición extremadamente descentralizada, de la entrada, anticipada por dos escalones de piedra y rodeada por un portal de doble marco realizado con bloques de piedra clara y un único arquitrabe, rematado por una cornisa moldurada saliente, también de piedra pero de color contrastado. En su interior se conservan bienes valiosos como el altar de mármol y el cuadro de Santa María de la Consolación con San Agustín y Santa Mónica. Anteriormente, la iglesia albergaba también un coro de madera del siglo XVIII, que fue vendido por la Cofradía para hacer frente a la necesidad de arreglar el suelo.

En la actualidad, la iglesia no se utiliza para oficios religiosos, pero contribuye a enriquecer el patrimonio artístico que posee la comunidad de Paternopoli.