Palazzo Brancaccio

El Palazzo Brancaccio, también conocido como «Palazzo Baronale», es un lugar de interés histórico situado en Sorbo Serpico, en Via Umberto I.

Fue el entonces príncipe de Ruffano, Don Nicola Maria Brancaccio, quien, a principios del siglo XVII, quiso que se construyera el edificio señorial del mismo nombre, en cuyo límite se levantó también la Capilla de la Anunciación. En 1769, la familia Brancaccio vendió la totalidad de las instalaciones a Alessandro Maria Scarpa, quien las legó en su testamento a sus tres hijos: Francesco, Gregorio y Giuseppe. Este último heredó las partes de la propiedad de sus hermanos que pasaron a sus descendientes, es decir, a su hijo Alessandro Maria Scarpa jr. y a sus cuatro nietos, quienes realizaron cambios en su casa, dividiéndola en cuatro partes iguales.  

En la actualidad, el palacio se distingue por su fachada con un notable portal de entrada de piedra tallada que enmarca la sólida puerta de madera y seis balcones con tablones de piedra y barandillas de hierro. En el interior de la puerta llaman la atención del espectador unos grabados relativos a la historia del pueblo y su justicia: imágenes que aún resurgen hoy, muchos años después.

Destacado por su historicidad y arquitectura, el Palazzo Brancaccio es uno de los símbolos culturales de la comunidad de Sorbo Serpico.